Nunca falta el HP!

En mi primer trabajo en Bogota tuve la oportunidad de trabajar en la empresa que dos hermanas caleñas manejaban literalmente con los pies. La hermana menor había heredado la propiedad de la compañía y a pesar de ser totalmente inadecuada para el cargo decidió tomar la gerencia general, simplemente porque podía. Ineptitud es la palabra que la describiría mejor, además de carecer de el más mínimo interés por sus empleados. La hermana mayor por su parte, era su mano derecha de Gerencia y tenía una facilidad admirable en el arte de denigrar y maltratar psicológicamente a sus subalternos. Gritar a todo pulmón a la secretaria o a la recepcionista era su pasatiempo favorito. Ambas hermanas no ahorraban esfuerzos humillando o maltratando a quienes le servían para el objetivo principal de mantener la empresa produciendo y generandoles dinero.
He trabajado en diferentes compañías desde el año 2003 y no dejo de encontrar HPs a donde quiera que voy.
En mi trabajo actual es uno de mis colegas que me recordó la delicia de compartir 1/3 del día con gente desagrabable. La verdad esta persona ni siquiera trabaja en la misma ciudad que yo, pero su actitud y personalidad hacen de él alguien omnipresente.
Correos electrónicos y llamadas telefónicas impertinentes hacen muestra de sus cualidades de HP. Tono de superioridad, infulas de una importancia que no le corresponde y que no tiene, capacidad de cambiar el estado de animo de la victima en un suspiro; todo partede su modus operandi.
Todas las empresas tienen como mínimo uno de estos individuos. Y esa es la persona que no renuncia, no le hacen un traslado, no se cambia de departamento, siguen ahí trabajando contigo recordandote que el mundo esta plagado de los de su especie.

Todas las empresas, todos los vecindarios, todas las calles, todas las ciudades, todos los países.

Y simplemente son así porque pueden. Porque los dejamos.